El ataque supone una escalada mayor del conflicto en el Tigré, que observadores temen lleve a Etiopía a una guerra comunitaria sin control que podría desestabilizar a toda la región del Cuerno de África.
La capital de Eritrea, Asmara, fue alcanzada este sábado (14.11.2020) por misiles lanzados desde la región disidente etíope del Tigré, en respuesta a la intervención militar que realiza el ejército etíope, en una potencial escalada del conflicto, revelaron fuentes diplomáticas.
Según estos diplomáticos, varios misiles cayeron cerca del aeropuerto de la capital. La emisora de radio de la oposición eritrea Erena, con sede en París, también informó, según testimonios de habitantes, que «cuatro» misiles impactaron en Asmara.
«Los informes nos indican que algunos misiles cayeron cerca del aeropuerto» de la capital eritrea, dijo uno de los diplomáticos. Consultado por la agencia AFP, otro diplomático confirmó las informaciones.
El comando de las fuerzas de Tigré acusó de nuevo este sábado al gobierno de Eritrea de apoyar al ejército federal etíope permitiendo que la aviación despegue desde territorio eritreo y participando en los combates en Tigré.
Amenazas cumplidas
Por ello, había amenazado con lanzar misiles en «represalia» contra Asmara y Masaua, puerto eritreo en el mar Rojo.
Eritrea es el enemigo jurado del Frente de Liberación de los Pueblos de Tigré (TPLF), partido que gobierna en la región de Tigré y que ha controlado durante cerca de 30 años el aparato político y la seguridad en Etiopía.
Los disparos contra Asmara suponen una escalada mayor en el conflicto en Tigré, que muchos observadores temen que lleve a Etiopía, segundo país más poblado de África con 100 millones de habitantes, y crisol de culturas, en una guerra comunitaria sin control que desestabilice toda la región del Cuerno de África.
Etiopía y Eritrea se enfrentaron en una cruel guerra entre 1998 y 2000, cuando el TPLF ejercía el poder en Adis Abeba. Las relaciones entre los dos países fueron muy tensas hasta que Abiy Ahmed se convirtió en primer ministro en 2018 y logró la paz con Asmara, lo que le valió el premio Nobel de la Paz en 2019.
Abiy fue apartando progresivamente del poder al TPLF tensando las relaciones. El 4 de noviembre lanzó una operación militar en Tigré, con el fin, según él, de restablecer las «instituciones legítimas».