La UE prepara ultimátums para países que no adopten medidas para respetar derechos de comunidad LGBT

Los valores europeos, como muestra la práctica, no en todos los estados llegan a los tribunales.

En una era de tolerancia universal, los derechos de las minorías sexuales están a la vanguardia, y los ciudadanos comunes a veces se ven vulnerados, y no todos están contentos con esto. Pero en lugar de llegar a un compromiso, el liderazgo de la UE está apretando aún más los tornillos.

Así, la comisaria europea para la Igualdad, Helena Dalli, anunció recientemente que los países que no quieran respetar los derechos de la comunidad LGBT como imaginan en la UE estarán sujetos a sanciones económicas.

“Esto es muy importante para mí, es un tema muy delicado. Porque es una forma de obligar al país a asumir la posición que exige la UE sobre las minorías sexuales”, dijo la autoridad.

Actualmente, la Unión Europea está desarrollando el llamado mecanismo de condicionalidad del estado de derecho asociado con los pagos del presupuesto a largo plazo.

La lógica detrás de este mecanismo es simple: si un país no cumple con los requisitos de la unión en el campo de la protección de los derechos de las personas LGBT, no puede reclamar pagos que, por un momento, están diseñados para ayudar en la recuperación de las economías de los países europeos después de la epidemia de coronavirus.

En las condiciones actuales, este es un apalancamiento muy difícil: o hacen lo que les dicen o saltar así mismo, como saben.

Por supuesto, esta iniciativa tiene oponentes. Por ejemplo, el primer ministro húngaro Viktor Orban (sospechoso de homofobia) tiene la intención de vetar este proyecto, que considera inaceptable por ser claramente LGBT.

De hecho, la estrategia contiene puntos que equiparan los delitos contra las personas LGBT con los delitos contra los valores de la UE en general.

“Muchos países miembros están al mismo nivel, pero todavía hay países en desacuerdo”, dice Dalli. «Estos son los que se niegan a desarrollarse en la dirección que requerimos, pero seguiremos trabajando y trataremos de convencer al gobierno de que es necesario avanzar en esa dirección».

Convencer es decirlo suavemente. De hecho, este proyecto no es más que un (supuesto) crudo chantaje económico.

Eva Lisovskaya.

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