La Fiscalía de México acusa al expresidente Enrique Peña Nieto de ser responsable de delitos de traición a la patria y cohecho en el caso Odebrecht.
De acuerdo con los informes publicados este jueves, en la solicitud de orden de aprehensión contra el exsecretario de Hacienda Luis Videgaray, la Fiscalía General de la República (FGR) de México señala a Peña Nieto como responsable de utilizarlo a él y al exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya, para la comisión de delitos de cohecho en el caso de la constructora Odebrecht y de traición a la patria.
“Se concluye que Enrique Peña Nieto jugó un papel central en la comisión de delitos de cohecho, traición a la patria y delito electoral, lo cual puede asumirse sobre la base de proposiciones empíricas generales”, señala un fragmento del expediente.
En este sentido, como ha afirmado el documento, Videgaray es acusado de presuntamente haber ordenado el pago de sobornos millonarios con dinero recibido de Odebrecht, a cambio de contratos.
Sin embargo, en el documento se menciona que el exfuncionario actuó bajo instrucciones de su jefe, Peña Nieto, por lo que se considera al exmandatario como “autor mediato” de los delitos mencionados.
Según la orden de aprehensión contra Videgaray, por órdenes de Peña Nieto, el exfuncionario habría distribuido 121 millones 500 mil pesos (5,9 millones de dólares) en sobornos entregados a Ernesto Cordero y a Jorge Luis Lavalle, legisladores del Partido Acción Nacional (PAN), así como al dirigente de la tolda política, Ricardo Anaya; y al entonces senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), David Penchyna Grub.
El expresidente mexicano, de acuerdo con el documento de la Fiscalía del país azteca, “contaba con su propio aparato de poder criminal, con cuya ayuda implementó una estrategia de cooptación de la voluntad de los legisladores encargados de la aprobación de sus reformas estructurales en materia energética, mediante la obtención de dinero principalmente por parte de Odebrecht”.
Tras publicar tales informes sobre el Gobierno de Peña Nieto y también casos similares de la Administración de Felipe Calderón, el actual presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, catalogó de “narcogobiernos” los periodos en los que sus antecesores dirigieron el país.