El presidente sirio, Bashar al Assad, culpó el miércoles a las sanciones de Estados Unidos y la presión sobre los vecinos de Siria por la reticencia de más de 5 millones de refugiados que huyeron del conflicto allí para regresar.
De los 17 millones de sirios, 5,5 millones viven como refugiados en la región, principalmente en Turquía, y otros 6 millones están desarraigados dentro de su propio país.
Los países occidentales y todos los vecinos de Siria, con excepción del Líbano, dicen que las condiciones no son seguras para el regreso voluntario de los refugiados, muchos de los cuales huyeron del bombardeo de sus ciudades por parte de los gobiernos ruso y sirio durante el transcurso del conflicto de una década.
«Hay muchos obstáculos», dijo Assad, en la apertura de una conferencia en Damasco, copatrocinada por Moscú, que ha sido boicoteada por Washington, la Unión Europea y la mayoría de los vecinos de Siria que albergan a la mayor parte de los refugiados.
Dijo que millones de refugiados se veían obligados a permanecer en los países de acogida por «presión o intimidación» y que los estados de acogida los estaban atrayendo financieramente mientras se beneficiaban de la ayuda internacional para ellos.
Assad dijo que las sanciones lideradas por Estados Unidos estaban obstaculizando el flujo de fondos muy necesarios para la reconstrucción que crearían empleos que atraerían a más refugiados a regresar.
El jefe de política de la UE, Josep Borrell, dijo el martes que el organismo había rechazado una invitación para asistir a la conferencia porque “la prioridad en este momento es una acción real para crear condiciones para el retorno seguro, voluntario, digno y sostenible de los refugiados y desplazados internos a sus áreas de origen».
Citó obstáculos para un regreso seguro que incluían detención indiscriminada, tortura y servicios básicos inadecuados.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, criticó a Washington y sus aliados por negarse a asistir a la conferencia y culpó a los oponentes de Assad que respaldaron a los insurgentes por el éxodo de millones de sirios.
«Consideramos que este enfoque de nuestros oponentes es una prueba más del doble rasero con respecto a Siria», dijo Lavrov en un discurso pronunciado por el enviado del presidente Vladimir Putin para Siria, Alexander Lavrentyev.
La semana pasada, Putin elogió a Assad por sus esfuerzos para intentar que más de 850.000 sirios regresaran a casa, diciendo que era crucial para la “recuperación posconflicto” del país.