Trump puede desquitarse con Beijing por última vez

Ni el presidente chino, Xi Jinping, ni su homólogo ruso, Vladimir Putin, han felicitado todavía a Joe Biden por ganar tentativamente las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Beijing no tiene prisa por hacerlo porque no espera que la política de Washington hacia China cambie radicalmente. Beijing cree que la política de Estados Unidos seguirá manteniendo los tornillos apretados, pero será más predecible, escribe Nezavisimaya Gazeta.

Trump siguió culpando a China por supuestamente propagar la pandemia de coronavirus y robar económicamente a Estados Unidos, y ahora puede apuntar a Beijing una vez más. Acusar a China de genocidio contra los uigures en la región de Xinjiang podría ser una de las formas de empeorar las ya frágiles relaciones entre Estados Unidos y China. Trump también puede complicar la situación que rodea a Taiwán.

El subdirector del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, Alexander Lomanov, señaló que «en cuanto al tema del genocidio, es poco probable que Trump tome tales medidas».

«No es suficiente que el presidente saliente diga que se está produciendo un genocidio en Xinjiang y que se necesitan medidas punitivas contra China. Para implementar una iniciativa como esa, tendría que asegurarse el apoyo de los legisladores y eso sería más difícil lograrlo que antes», señaló el experto. «En cuanto a las visas para ciudadanos chinos que buscan ingresar a universidades estadounidenses o viajar a Estados Unidos con otros fines, el tema no es relevante en este momento. Los chinos no están ansiosos por ir a Estados Unidos debido a la pandemia», dijo Lomanov. Según él, «lo más peligroso que podría hacer Trump sería emprender alguna acción demostrativa en el Estrecho de Taiwán o el Mar de China Meridional. Eso podría desembocar en un conflicto armado», advirtió el experto.

Hizo hincapié en el importante papel de la guerra fría tecnológica y los intentos de Washington de limitar el acceso de China a chips y otros artículos de alta tecnología producidos en Estados Unidos.

«Biden difícilmente hará concesiones porque sería atacado de la misma manera que Trump fue atacado en relación con su posible acuerdo con Rusia. Cualquier suavidad por parte de Biden se tomaría como prueba de que él es ‘un títere de Beijing'», concluyó Lomanov.

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