El juicio por los atentados yihadistas en Barcelona y Cambrils en agosto del 2017, en el que murieron 16 personas y 140 resultaron heridas, comenzó este martes en el Tribunal Superior español cerca de Madrid.
Se vio una gran presencia policial y mediática fuera del edificio del Tribunal Superior de Justicia de España en San Fernando de Henares.
La fiscalía solicita que los tres acusados reciban una pena de prisión de entre ocho y 41 años por su presunto papel en ayudar a la célula detrás del ataque. Sin embargo, no se les acusa de participación directa en los ataques.
El 17 de agosto del 2017, una camioneta fue conducida por la concurrida avenida Las Ramblas de Barcelona, una de las principales arterias de la ciudad, y chocó contra una multitud de peatones. Trece personas murieron, incluidos dos niños de tres y siete años, y 131 resultaron heridas. El atacante huyó del lugar y mató a otro hombre para robar su vehículo. Cuatro días después, la policía neutralizo a tiros al presunto conductor de la camioneta.
En la madrugada del 18 de agosto se produjo otro atentado en Cambrils, localidad cercana a Barcelona. Cinco atacantes intentaron atravesar un puesto de control policial y atropellaron a seis personas, matando a una en un ataque posterior con cuchillo. Los cinco hombres fueron abatidos por las fuerzas de seguridad. Los ataques fueron reivindicados por el grupo terrorista del Estado Islámico.