Irán «castigará» a Estados Unidos por el asesinato del general Soleimani incluso si Trump renuncia : Dice Jefe judicial del país


A principios de enero, el alto general iraní Qasem Soleimani murió en un ataque con un dron estadounidense, que exacerbó aún más las tensiones entre Teherán y Washington que han persistido desde la retirada unilateral del gobierno de Trump del acuerdo nuclear con Irán en 2018.

El jefe judicial de Irán, Ebrahim Raisi, ha señalado la determinación de Teherán de vengar la muerte de Estados Unidos por el asesinato del alto general iraní Qasem Soleimani, independientemente de quién asuma el cargo después de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

Los resultados oficiales de la votación aún no se han anunciado, pero las principales redes de noticias estadounidenses ya han proyectado al demócrata Joe Biden como el ganador.

Hablando en una sesión del Consejo Supremo del poder judicial el lunes, Raisi dejó en claro que Irán no renunciará a su impulso de castigar a todos los responsables del asesinato de Soleimani, incluso si el presidente Donald Trump renuncia.

Raisi criticó a Trump como un «terrorista» que tenía la sangre del general iraní en sus manos, y también calificó el asesinato de Soleimani como una acción cruel no solo contra la nación iraní, sino también contra todos los países regionales y musulmanes.

Habló después de que el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, subrayó en septiembre que «el libro» sobre la posibilidad de tomar represalias por el asesinato del general iraní por parte de Estados Unidos «no está cerrado».

Tensiones entre Estados Unidos e Irán

El general Soleimani, que era el jefe de la Fuerza Quds de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, y un alto comandante de la milicia iraquí, Abu Mahdi al-Muhandis, murieron en un ataque con aviones no tripulados estadounidenses contra su automóvil en el aeropuerto internacional de Bagdad el 3 de enero en un ataque que fue autorizado por el presidente Donald Trump.

Los asesinatos resultaron en una gran escalada de tensiones entre Teherán y Washington, y Irán respondió lanzando ataques con misiles contra dos bases militares iraquíes que albergan tropas estadounidenses.

Aunque los ataques no resultaron en muertes o lesiones graves, el Pentágono ha informado desde entonces que al menos 109 militares estadounidenses han sido diagnosticados con lesiones cerebrales traumáticas.

Las tensiones bilaterales han estado latentes desde el 8 de mayo de 2018, cuando Trump anunció la retirada unilateral de Washington del acuerdo nuclear con Irán de 2015, también conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), y restableció duras sanciones económicas contra Teherán. Exactamente un año después, Teherán declaró que comenzaría a reducir sus compromisos clave del JCPOA.

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