El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania ha presentado una queja diplomática ante Moscú por la decisión del presidente Vladimir Putin de reconocer los documentos de los residentes de las repúblicas populares separatistas de Donetsk y Lugansk.
En un comunicado el viernes, los principales diplomáticos de Kiev pidieron a sus partidarios occidentales que «condenen las acciones de la Federación de Rusia y tomen las medidas necesarias para aplicar presión, incluidas sanciones».
El nuevo cambio de regla significa que los residentes de las dos regiones autónomas de facto, que Ucrania reclama como parte de su propio territorio, tendrán documentos, como pasaportes y registros de vehículos, aceptados en Rusia. La validez de esos documentos no dependerá del estado de ciudadanía de su propietario.
En 2019, Putin promulgó nuevos procesos para simplificar la ciudadanía para las personas que viven en las dos repúblicas, y se ha informado que se emitirán más de un millón de pasaportes rusos como parte de la iniciativa para fines de 2020.
En respuesta, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ofreció la ciudadanía a «todas las personas que sufren por regímenes autoritarios y corruptos y al pueblo ruso que más sufre». No está claro cuántas personas en todo el mundo aceptaron la oferta y se mudaron a Ucrania.
Moscú ya se ha enfrentado a un paquete de sanciones por las relaciones con Kiev, que se han deteriorado aún más debido al apoyo de Rusia a las repúblicas. En junio, la Unión Europea anunció que renovaría las medidas dirigidas a la economía rusa, incluidos los sectores financiero, energético y de defensa.