Cambio de era

Los partidarios de las democracias liberales, de los valores de la tolerancia, del progreso social y de los derechos individuales, de las sociedades abiertas y el respeto a las minorías, del conocimiento científico y el amor a la cultura pueden celebrar —en Estados Unidos y allá donde estén— la derrota de una de las grandes amenazas a sus ideas desde que se afianzaron en Occidente como modelo de referencia tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

 

La victoria del candidato demócrata, Joe Biden, en las presidenciales de EE UU, la mayor potencia mundial, frena el paso al nacional-populismo. Biden no es un candidato perfecto o inspirador. Pero representa el regreso a la Casa Blanca de la moderación, el respeto a los principios y a las instituciones democráticas, así como la vuelta al diálogo y al multilateralismo en la escena internacional. Su éxito es un cambio de era para su país y para Occidente.