Mientras un aumento en los casos de COVID-19 ha forzado los gobiernos de Estados Unidos y de países de Europa a considerar la implementación de más estímulos económicos, en China, el Banco Central del país volvió a plantear el fin de sus políticas de flexibilización monetaria.
Liu Guoqiang, vicegobernador del Banco Popular de China (BPC), ha considerado que el fin de dichas medidas «es cuestión de tiempo y también es necesario», detalló Bloomberg. Apuntó, sin embargo, que el momento y el método elegidos «deben evaluarse cuidadosamente, principalmente en función del estado de recuperación económica».
El alto funcionario agregó que, de manera general, «la economía internacional se está recuperando» y que «la situación general de China es mejor que la economía internacional».
La economía de China ha recuperado todas las pérdidas sufridas en el primer semestre del año, detalló el medio. La recuperación ha sido impulsada, primero, por las exportaciones y la producción industrial y, luego, se ha fortalecido con un aumento en el consumo.
«Hemos hecho algunas investigaciones recientemente y podemos ver en la tendencia que la economía de nuestro país es relativamente fuerte, las políticas están teniendo efecto y la confianza del mercado se está recuperando. Pero los ajustes de las políticas no deben apresurarse, ni debilitar el efecto de servir a la economía real, ni puede haber un precipicio en las políticas», afirmó Liu Guoqiang.
Comparado con el resto del mundo, el cuadro observado en China es una excepción. La economía global todavía intenta salir de su peor recesión desde la Gran Depresión, pero la situación vuelve a complicarse con una segunda ola de contagios por coronavirus en Estados Unidos y Europa, donde muchos países han incluso vuelto a implementar medidas de confinamiento.
El gobernador del Banco Popular de China, Yi Gang, ya había dicho anteriormente que los mercados debían comenzar a pensar en una salida de las políticas financieras más flexibles.