La segunda oleada de la pandemia de coronavirus paralizó la recuperación económica en Europa, admitió el jueves la Comisión Europea, y advirtió que no habrá antes de 2023 un retorno a los niveles previos al covid-19.
Los efectos de la pandemia se siguen notando en la economía europea: según las previsiones de la Comisión Europea, el crecimiento se reducirá casi un 7,8% en la Eurozona este 2020, la mayor vista desde la creación de la moneda única, en 1999, pero crecerá más de un 4% en 2021.
Pero no será suficiente, porque la Unión Europea no recuperará sus niveles de crecimiento anteriores a la crisis hasta mínimo 2022.
El país peor parado será España con una caída de su PIB superior al 12%, debido a su dependencia del turismo, y a que la segunda ola del virus ha golpeado antes al país: Le siguen, Italia, Croacia y Francia con caídas que superan el 9%. En tanto, la locomotora económica de Europa, Alemania, cerraría el año con una caída de «apenas» 5,6% en el PIB.
Bruselas admite que hay también mucha incertidumbre, no descarta un empeoramiento de la situación si el virus se recrudece o si la ansiada vacuna no llega pronto. Además, por primera vez, se analiza un escenario en que no haya un acuerdo comercial con el Reino Unido, que aún no se ha cerrado.
Sin embargo en estas previsiones no se tiene en cuenta el impacto del plan de recuperación de 750.000 millones de euros, aprobado el pasado julio por los líderes europeos, que está en proceso de ratificarse. De llegar en verano de 2021, según cálculos de Bruselas, las perspectivas económicas podrían mejorar un 2% el crecimiento europeo.
De acuerdo con la Comisión, la deuda pública acumulada en los países de la Eurozona alcanzará este año el 101,7%, para permanecer por encima del 100% en los dos siguientes