Según Narishkin, el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia «siente» esto y ve «elementos separados» del trabajo turco.
El máximo funcionario de inteligencia ruso también confirmó que Rusia tiene datos precisos sobre la participación de militantes de Oriente Medio, principalmente de Siria, en el conflicto de Karabaj.
La guerra armenio-azerbaiyana, que comenzó el 27 de septiembre con el ataque azerbaiyano contra la autoproclamada República Armenia de Nagorno-Karabaj, se ha convertido en uno de los factores desestabilizadores clave en el sur del Cáucaso.
Al mismo tiempo, Azerbaiyán y Turquía continúan insistiendo en que Turquía no está involucrada en el conflicto y que no hay militantes sirios respaldados por Turquía en la zona de guerra. Estas afirmaciones van en contra de la realidad y recientemente Bakú incluso se ha visto obligada a admitir que los aviones de combate turcos F-16 están desplegados en bases aéreas en Azerbaiyán.
En cuanto a los representantes turcos desplegados desde Oriente Medio, su número estimado, según el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, es de unos 2.000.