La mutación del coronavirus en visones amenaza la vacuna.

El Gobierno danés anunció el miércoles que sacrificará a los 17 millones de visones que hay en las granjas del país para prevenir el contagio humano con una variante del coronavirus que podría ser más resistente contra futuras vacunas.

Esta medida supone acabar con un sector económico entero, ya que Dinamarca es el principal productor mundial de pieles de visón, y la cría de este mustélido quedará paralizada durante varios años. ¿En qué evidencias se ha basado el Ejecutivo danés para tomar una decisión tan drástica?

Según el informe de valoración de riesgos del Statens Serum Institut (SSI) –el organismo danés que controla las enfermedades infecciosas–, pruebas de laboratorio han mostrado que una nueva cepa del SARS-CoV-2 tiene mutaciones en la llamada proteína de punta, la parte del virus que se adhiere e infecta las células humanas. Las vacunas que se están desarrollando se basan en inducir una respuesta inmunológica contra estas proteínas, por lo que esta nueva variante, al alterar esta proteína clave, podría poner en riesgo la efectividad de las vacunas.

“Durante el proceso de transmisión –primero de humanos a visiones, luego entre animales, y finalmente de visones a humanos– algunas de las cepas han mutado alterando la proteína de punta hasta un nivel que no podemos asegurar que una futura vacuna funcione”, explica a La Vanguardia el virólogo Hans Jørn Kolmos, profesor de la Syddansk Universitet. Según Kolmos, se ha demostrado que los mustélidos son muy susceptibles a este virus porque tienen el mismo tipo de moléculas que los humanos en el tracto respiratorio.

El conocimiento de las autoridades danesas sobre la introducción y las consecuencias de la infección entre visones y humanos se basa principalmente en datos de una parte concreta del país, el norte de la península de Jutlandia, que es donde se concentra el mayor número de granjas de visones.

Desde junio se han detectado visones infectados con el virus de Covid-19 en 207 granjas danesas, con una propagación especialmente intensa desde agosto, pese a los esfuerzos de las autoridades para frenarla. Al mismo tiempo, se ha registrado una incidencia creciente entre los ciudadanos de esta región, donde el SSI calcula que aproximadamente la mitad de los contagios se debe a una variante de los visones.

Además, no se han encontrado estas variantes en otras zonas del país. Así, el organismo ve probada una “sólida conexión geográfica y temporal” entre las infecciones en las explotaciones y la incidencia entre humanos, y considera que mantener la producción de visones supondría un riesgo para la salud pública.

Fuente