El colapso de la figura de la oposición rusa Alexei Navalny en agosto se debió a problemas metabólicos y pancreatitis, han confirmado expertos rusos, rechazando la acusación de los gobiernos occidentales de que fue envenenado.
La rama siberiana del Ministerio del Interior ruso dijo en un comunicado el viernes que los médicos que trataron a Navalny durante dos días antes de que fuera trasladado a Alemania confirmaron su diagnóstico de «alteración del metabolismo de los carbohidratos y pancreatitis crónica».
«El diagnóstico de ‘intoxicación’ … no se confirmó», agregó.
Navalny, de 44 años, se derrumbó durante un vuelo nacional ruso desde la ciudad siberiana de Tomsk a Moscú el 20 de agosto y fue trasladado a un hospital local. Fue trasladado en avión a Berlín el 22 de agosto. Los ayudantes de Navalny afirmaron que había sido envenenado después de beber una botella de agua en un hotel antes del vuelo.
El 2 de septiembre, Alemania afirmó sin pruebas que la figura de la oposición rusa había sido envenenada con un agente nervioso Novichok.
Pero los médicos rusos que analizaron la sangre de Navalny por envenenamiento antes de que lo trasladaran a Alemania dijeron en ese momento que los resultados de la prueba habían sido negativos.
El Ministerio del Interior también dijo que no se habían encontrado sustancias venenosas en la ropa de Navalny ni en los objetos recogidos en su hotel o en la cafetería del aeropuerto de Tomsk.
También el viernes, Sergei Naryshkin, jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), dijo que los países de la OTAN estaban conspirando para utilizar una figura de la oposición rusa como un «sacrificio sagrado» para despertar sentimientos contra el gobierno ruso.
Los gobiernos occidentales han estado atacando a Rusia con acusaciones de que envenenó a Navalny, diciendo que Moscú debe ayudar a investigar el caso o enfrentar las consecuencias.
Pero Alemania, que hizo la acusación de envenenamiento, rechazó una solicitud de los fiscales rusos de proporcionar los registros médicos de Navalny para un estudio comparativo de su condición.
El gobierno ruso ha negado cualquier participación en cualquier ataque contra Navalny, quien fue dado de alta de un hospital de Berlín en septiembre.
En octubre, los ministros de Relaciones Exteriores de la UE impusieron sanciones contra varios funcionarios de inteligencia militar rusos por el caso de Navalny.
Por otra parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia acusó a Alemania de utilizar «pretextos inventados» para evitar cooperar en la investigación del caso. Moscú instó a Berlín a «abstenerse de una mayor politización artificial de la situación».
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, el máximo diplomático de Rusia, Sergei Lavrov, le dijo al ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, durante una conversación telefónica el jueves que la negativa de Berlín a «cumplir con sus compromisos legales internacionales» y ofrecer la información médica de Navalny era inaceptable.