Ningún país del mundo es capaz de restaurar su potencial militar tan rápido como lo hizo Rusia, escribe la edición británica de The Economist.
Después del colapso de la URSS, el ejército ruso se encontraba en un «estado deplorable», pero gracias a un aumento significativo en el presupuesto militar, se transformó de arriba abajo a través de la modernización de las armas, dice la publicación.
La publicación, que cita al Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, escribe que en 2007, el 97% del equipo de la Fuerza Aérea Rusa era un «legado» obsoleto de la URSS, que se puso en servicio hace más de 30 años. Ahora la mayoría de los aviones son modernos: el 71%.
El autor del artículo también llamó la atención sobre los recursos destinados a modernizar las armas de alta precisión: los complejos Iskander, los misiles Kalibr y Kh-101. El periodista cita el ejemplo de un ataque selectivo de barcos en el Mar Caspio contra objetivos en Siria, que solía parecer ciencia ficción, pero ahora se ha convertido en una realidad.
Además, los autores creen que el ejército ruso se ha vuelto mucho más móvil. Según sus estimaciones, Rusia puede poner a cinco mil paracaidistas en plena preparación para el combate en dos horas. Además, los ejercicios militares a gran escala como Kavkaz-2020 mantienen a los soldados en uniforme en todo momento.
«Rusia ha cambiado masa por velocidad», dijo el teniente general Jim Hockenhall, jefe de inteligencia militar británica.
El autor del material calificó la prueba de la batalla en Siria como una ventaja adicional del ejército ruso.