Anteriormente, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, intervino en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y dijo que la política «calculada y clara» de Irán permanecería sin cambios independientemente de quién ganara el cargo.
Los enemigos de Irán deben seguir esperando una «venganza» por el asesinato en enero de 2020 del comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria Qasem Soleimani y el vicepresidente del Comité de Movilización Popular Iraquí, Abu Mahdi al-Muhandis, advirtió el general de división Mohammad Hossein Bagheri.
«El brutal asesinato de Qasem Soleimani y Abu Mahdi al-Muhandis en la oscuridad de la noche y bajo la orden directa del régimen criminal de Estados Unidos es una clara indicación de la lucha contra el Islam y una confirmación del terrorismo de estado», dijo Bagheri, hablando en la Conferencia Internacional de la Unidad Islámica el martes por la noche, sus comentarios citados por Mehr News.
Bagheri, que calificó los ataques con misiles de Irán sobre dos bases estadounidenses en Irak como un «bálsamo temporal» para el mundo musulmán, advirtió que los adversarios de Irán «deben esperar una venganza al nivel de los grandes nombres del general Soleimani y Abu Mahdi al-Muhandis».
Un ataque con aviones no tripulados estadounidenses asesinó a Soleimani y al-Muhandis en Bagdad el 3 de enero.
Cinco días después, el 8 de enero, Irán lanzó más de una docena de misiles contra un par de bases estadounidenses en Irak, lo que provocó que más de 100 militares estadounidenses sufrieran lesiones cerebrales traumáticas. Los funcionarios iraníes han advertido repetidamente que continuarán los ataques de venganza.
En agosto, un alto comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria dijo que la razón principal por la que Irán no había tomado represalias contra Estados Unidos asesinando a un oficial militar estadounidense de alto rango era porque no había podido «encontrar a nadie que sea igualmente valioso».
En la conferencia, Bagheri reiteró que Soleimani era «amado» tanto por los iraníes como por los no iraníes por su devoción a la fe islámica y por su lucha contra Daesh (ISIS) * y otros grupos terroristas islamistas.
Antes de su muerte, Soleimani estuvo al mando de la fuerza de combate extraterritorial Quds de élite de la Guardia Revolucionaria durante unas dos décadas, llevando a cabo operaciones contra militantes talibanes * en Afganistán y militantes afiliados a Daesh y al-Qaeda * en Siria en Irak. También brindó asesoría a Hezbollah durante la guerra entre Líbano e Israel de 2006.
«Barbarie» estadounidense
Bagheri criticó a Washington por su «barbarie» por la imposición de sanciones económicas aplastantes contra Irán, a pesar de la pandemia del coronavirus, y lo calificó como la culminación de la «barbarie» de Estados Unidos.
«El pico del salvajismo de Estados Unidos se hace evidente cuando impone las sanciones económicas más duras, tanto que se ha vuelto muy difícil conseguir medicamentos para los pacientes», dijo el comandante.