El presidente electo de Bolivia, Luis Arce, ha invitado al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, a su toma de posesión, prevista para el próximo 8 de noviembre.
Según reportaron el lunes varios medios bolivianos, Arce expresó también la voluntad de su país de recuperar la relación bilateral con el Gobierno legítimo de Venezuela, interrumpida anteriormente por los golpistas en Bolivia.
La invitación se produce días después de que el gobierno de facto, que dirige Jeanine Áñez, invitara en un acto polémico a Juan Guaidó, autoproclamado “presidente interino” de Venezuela, a la toma de posesión del electo presidente de Bolivia, Luis Arce, y decidiera no extender invitaciones ni al expresidente boliviano Evo Morales ni a Maduro.
El propio Morales, que reside en Argentina, repudió la medida, afirmando que Áñez evidencia sumisión al Gobierno de EE.UU., presidido por Donald Trump, al invitar al golpista venezolano Guaidó a la asunción de Arce.
Hasta el momento, el Gobierno venezolano no se ha pronunciado sobre el plan de Maduro para asistir en la investidura de Arce, pero han confirmado la presencia del rey de España, Felipe VI, junto a Pablo Iglesias, vicepresidente de derechos sociales y líder de Unidas Podemos, así como del presidente de Chile, Sebastián Piñera.
Arce, del partido Movimiento al Socialismo (MAS), en que milita también Morales, ya había anunciado anteriormente que su Gobierno retomará todas las relaciones con los aliados de Bolivia, entre ellos Venezuela y Cuba.
“Restauraremos todas las relaciones, este gobierno [de Áñez] ha actuado de una manera muy ideológica al privar al pueblo boliviano del acceso a la medicina cubana, la medicina rusa, el progreso chino”, dijo Arce.
Las relaciones bilaterales entre Venezuela y Bolivia fueron interrumpidas después de que Morales renunciara el 10 de noviembre de 2019, en medio de un golpe de Estado orquestado en su contra por la oposición, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y EE.UU.
Por su parte, Morales anunció el pasado viernes que su retorno a Bolivia está programado para el próximo 11 de noviembre, después de la investidura de Arce, pero aclaró que no tiene la intención de formar parte del futuro gobierno y que se limitará a promover los movimientos sociales y a “cuidar los principios ideológicos” del MAS.