Michigan, Wisconsin, Pensilvania, Florida… los llamados «swing states», territorios con el voto muy disputado, podrían ser los que determinen quién será el inquilino de la Casa Blanca para los próximos cuatro años: Donald Trump o Joe Biden.
Tanto Joe Biden como Donald Trump necesitan los votos de varios estados que pueden ser determinantes a la hora de elegir el nuevo presidente de Estados Unidos.
Hay estados fijos para los candidatos, aunque existen otros territorios más inexactos en los que Biden y Trump buscan asegurar votantes: los llamados ‘Swing States’ o estados ‘pendulares’. Desde Michigan hasta Florida, estos estados juegan un papel decisivo por los votos electorales que otorgan y los resultados cosechados en 2016.
Michigan
Un estado por el que se prevé una gran batalla. En 2016, Trump ganó a Clinton en este territorio por un 0,23%, un pequeño porcentaje que permitió a Trump llevarse 16 votos electorales que fueron decisivos.
Así, mientras Trump obtuvo una victoria ajustada en 2016, en 2018 el Partido Republicano perdió dos congresistas, por lo que se antoja una dura lucha por lograr un triunfo que puede ser clave en Michigan.
Wisconsin
Una de las sorpresas de 2016, cuando Trump también ganó de manera inesperada -con un 0,77% de ventaja sobre Hillary Clinton-. A raíz del triunfo en Wisconsin, los comicios se fueron decantando hacia el candidato republicano y los 10 votos electorales del estado sirvieron a Trump para alcanzar la cifra necesaria para llegar a la Casa Blanca.
Cuatro años después, Wisconsin seguirá siendo tan decisivo como lo fue en 2016, cumpliendo una tendencia histórica muy igualada en votos para los dos partidos.
Pennsylvania
Otro territorio favorable a Trump en 2016, otro triunfo ajustado para el actual presidente. La elección de un gobernador demócrata y la llegada de cuatro congresistas del mismo partido cambiaron la tendencia, lo que convierte a Pennsylvania en otro estado decisivo este 2020.
Se trata de un estado muy peleado por los dos partidos de manera histórica, con cifras que respaldan a los republicanos por muy poco -un 10% más de votos en elecciones presidenciales-.
Florida
Florida siempre ha sido un lugar muy codiciado por los candidatos a las elecciones presidenciales: con 29 votos electorales, es una zona que puede dar un gran impulso para decidir el presidente de Estados Unidos.
En 2016, Trump se llevó la victoria en Florida con una diferencia del 1,2% de votos. Cuatro años después, este llamado ‘Swing State’ será muy importante para la posible reelección de Trump o el desembarco de Joe Biden en Washington.
Carolina del Norte
Uno de los triunfos más holgados de Trump sobre Clinton en 2016 (un 3,5% de diferencia en votos), cuando muchos sondeos hablaban de empate o incluso victoria demócrata.
Cuenta con 15 votos electorales y su giro de guión en 2016 justifica una nueva batalla por hacerse con Carolina del Norte, más aún cuando en 2018 el panorama apenas ha cambiado para los demócratas.
Arizona
Trump también superó a Clinton en Arizona con un margen del 3,5%, una cifra que le hicieron llevarse los 11 votos electorales. Aún así, los expertos lo apuntan como un estado decisivo por el voto joven y los resultados en 2016: pese a ganar, Trump obtuvo el peor resultado desde el año 1996.