El canciller austriaco Kurz: «El enemigo no es una religión, sino los extremistas y los terroristas».

En su primera declaración de Gobierno, el canciller austriaco, Sebatian Kurz, ha confirmado que no hay duda ya acerca de la motivación extremista islámica del atentado.

«Es un atentado motivado por el odio a nuestros valores fundacionales, a nuestro modelo de vida, a nuestra democracia en la que todos disfrutamos de los mismos derechos», ha explicado. «La noche de ayer pasa a formar parte de nuestra historia más triste, como una noche en la que uno de nuestros conciudadanos llevó a cabo un brutal atentado con el objetivo de causar víctimas, un atentado contra lo más nuestro, contra nuestra sociedad libre», ha añadido desde la sede de la Cancillería, en un mensaje transmitido en directo a la nación austriaca, «pero está muy claro que no nos dejaremos asustar por los terroristas. Defenderemos nuestros valores, nuestro modo de vida y nuestra democracia con todas nuestras fuerzas».

«Los autores y los que están detrás de la idea serán investigados, cazados y llevados ante los tribunales para que sean sometidos a un juicio justo», ha prometido Kurz, «pero al mismo tiempo, queridos austriacos y austriacas, hay algo que no haremos.

No caeremos tan bajo como ellos. Lucharemos contra el terrorismo con toda la fuerza de la ley pero sin perder de vista que nuestro enemigo, el islamismo extremista, no solo quiere causar muerte y dolor, quiere también dividir nuestra sociedad. Y eso no lo permitiremos».

Adelantando una hora su declaración, Kurz reaccionaba a una mañana en la que en las redes sociales austriacas proliferaban sin control los mensajes de odio y xenófobos.

El partido de extrema derecha FPÖ ha exigido una «revisión intensiva y un debate honesto a nivel político» para que los antecedentes y las causas del atentado sean «examinados exhaustivamente» en palabras de su presidente, Norbert Hofer.

Además, el presidente del club del FPÖ, Herbert Kickl, también solicitaba una reunión del Consejo de Seguridad Nacional y exigía una explicación «rápida» de los hechos, al tiempo que avivaba las reacciones contra el islam y contra los extranjeros. «Con este fin, esperamos una estrategia clara sobre cómo se puede combatir y derrotar al demonio que está detrás de tales ataques terroristas en Austria», declararon Hofer y Kickl, quienes describieron la amenaza islamista como la «mayor amenaza para la libertad y la seguridad en Austria» y recordaron que «el FPÖ siempre ha advertido contra esto».

Kurz ha afirmado que «no dejaremos espacio a ese tipo de odio, porque nuestros enemigos no son, nunca, los creyentes de una religión, nuestros enemigos no son nunca las personas que vengan de un determinado país, sino que son los extremistas y los terroristas».

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