Las tensiones están aumentando entre Ucrania y Hungría por las elecciones locales ucranianas, que se celebraron el 25 de octubre. Budapest claramente apoyó a los partidos húngaros en la región de Transcarpatia de Ucrania y se desempeñaron bastante bien. En respuesta, Kiev impuso una prohibición de entrada a dos funcionarios húngaros y entregó a Budapest una nota de protesta, escribe Izvestia.
El enfrentamiento entre los dos países se agravó después de los eventos del “Maidan” del 2014. Se produjeron conflictos adicionales en el 2017, cuando el parlamento ucraniano aprobó una ley «sobre educación», que limitó el uso de los idiomas hablados por las minorías étnicas en Ucrania. Hungría criticó el documento como una «puñalada por la espalda» diciendo que Budapest había contribuido a la integración de Ucrania en la UE. Kiev hizo entonces algunas concesiones. En el 2020, estalló un nuevo escándalo sobre la reforma administrativa de Ucrania.
El politólogo ucraniano Andrey Zolotaryov señaló que es probable que surjan más problemas entre los dos países en el futuro.
«Ciertas áreas de la región de Transcarpatia se volverán más pro húngaras y los lazos con Hungría se expandirán. De jure esto será Ucrania. De facto los lazos de estos territorios con Kiev se debilitarán aún más. En caso de crisis graves en Ucrania, se podrían crear las bases para esta alienación”, señaló el experto.
Según Bogdan Bezpalko, subdirector del Centro de Estudios Ucranianos y Bielorrusos de la Universidad Estatal de Moscú, el conflicto con Hungría muestra que Ucrania ha perdido su soberanía.
«Budapest se ha envalentonado para hacer campaña en las elecciones de Ucrania. Ucrania se está convirtiendo en un país del tercer mundo y los actores más fuertes le están imponiendo su voluntad».