Moscú insta a los países de la Alianza del Atlántico Norte que estudien detenidamente la declaración del presidente ruso Vladimir Putin sobre la reducción de la situación con respecto al despliegue de misiles intermedios y de corto alcance (INF), en particular, la propuesta de controles mutuos de objetos que preocupan a las partes, y está dispuesto a aclarar su esencia. Esto se afirma en el comentario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia difundido el miércoles.
«Instamos a comenzar al menos a estudiar y analizar detenidamente la iniciativa rusa. Estamos dispuestos a explicar nuestras propuestas. Seguimos abiertos a un trabajo constructivo para minimizar las consecuencias negativas del colapso del Tratado INF sobre la base de los principios de seguridad igual e indivisible y consideración equilibrada de los intereses de las partes de los países de la OTAN, en particular de Alemania», dijo el ministerio.
La declaración de Putin se refiere a medidas prácticas que contribuirían directamente a eliminar las preocupaciones que tienen tanto Rusia como los estados de la OTAN, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores. Al respecto, el ministerio calificó la tesis expresada por el representante oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán Andrea Sasse de que esta iniciativa no era nada nuevo, «al menos extraño».
El servicio diplomático ruso calificó de «absolutamente incorrecto» que Sasse dijera que Rusia «se retiró» del Tratado INF.
«No tomamos ninguna medida para retirarnos. Los Estados Unidos se retiraron unilateralmente del tratado, como resultado de lo cual dio por terminado. La Federación de Rusia, por el contrario, permaneció plenamente comprometida con el Tratado INF durante toda su duración y hasta el último momento de manera consistente para resolver las contrademandas existentes, planteamos una serie de iniciativas, cuya implementación, estamos convencidos de ello, permitiría preservar el tratado”, dijo la Cancillería.
El Tratado INF, que prohibía a Moscú y Washington tener misiles balísticos y de crucero terrestres con un alcance de 500 a 5.500 km, se firmó en 1987 y dejó de existir en agosto del 2019. Ya en septiembre del mismo año, se supo que Putin propuso a los líderes de varios países, incluidos los miembros de la OTAN, imponer una moratoria al despliegue de tales misiles en Europa y otras regiones, pero Estados Unidos de hecho rechazó esta iniciativa.
El lunes, Putin reafirmó la adhesión de Rusia a una moratoria sobre el despliegue de misiles terrestres de alcance intermedio y corto «hasta que los misiles de clases similares fabricados en Estados Unidos estén disponibles en las respectivas regiones». Hizo hincapié en la urgencia del llamado a los países de la OTAN para que declaren una contra moratoria y declaró su disposición «a tomar nuevas medidas para minimizar las consecuencias negativas del colapso del Tratado INF sobre la base de los principios de seguridad igual e indivisible y consideración equilibrada de los intereses de las partes». El presidente ruso también propuso opciones específicas para aliviar la situación.