El artículo 299 del Código Penal turco establece que cualquier persona que insulte al presidente de la república se enfrenta a una pena de prisión de hasta cuatro años. Esta sentencia se puede incrementar en un sexto si tiene proyección nacional, y en un tercio si es cometida por la prensa o los medios. En total 9.554 personas han sido condenadas a prisión por insultar al presidente.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, está demandando al líder de la oposición holandesa Geert Wilders después de que el político publicara una serie de tuits contra el líder turco, un delito que conlleva una sentencia de hasta cuatro años de prisión según la ley turca, incluido uno que lo describió como un “Terrorista”, según la Agencia Anadolu.
La denuncia contra Wilders, quien es conocido por sus fuertes opiniones sobre el Islam, lo acusó de usar un lenguaje «insultando el honor y la dignidad de nuestro presidente y de apuntar a la personalidad, dignidad y reputación de Erdogan», según Anadolu.
Wilders, conocido por organizar un concurso de caricaturas del profeta Mahoma, ha estado apuntando activamente a Erdogan en los últimos días en medio de una creciente disputa entre Turquía y los países europeos después de que Erdogan hiciera comentarios cuestionando la salud mental de Emmanuel Macron después de que el presidente francés anunciara una ofensiva contra el Islam político tras la brutal decapitación del profesor de secundaria Samuel Paty a principios de este mes.
Los comentarios de Erdogan llevaron a Francia a retirar a su embajador en Ankara el sábado.
El lunes, Erdogan repitió sus comentarios sobre Macron: «Estos ataques [contra el Islam] han comenzado con el aliento del líder de Francia, que necesita controles mentales».
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“En algunos países europeos, la hostilidad hacia el Islam y los musulmanes se ha convertido en una política alentada y apoyada a nivel del jefe de estado… Desde aquí llamo, ustedes son los verdaderos fascistas, esencialmente son eslabones de la cadena del nazismo. »
Turquía y la UE están en desacuerdo por una creciente lista de cuestiones, en particular los esfuerzos de exploración energética de Ankara en aguas reconocidas internacionalmente como pertenecientes a Grecia y Chipre. Macron ha sido particularmente vocal en sus críticas a Ankara. Francia y Turquía también respaldan a bandos opuestos en el actual conflicto en Libia.