Las opciones alternativas para el despliegue de elementos de defensa antimisiles (ABM) adicionales en Japón podrían costar a Tokio el doble que los complejos Aegis Ashore, que la parte japonesa abandonó a principios de este año. Esto fue anunciado el jueves por Reuters.
Citando una fuente bien informada, la agencia señala que algunas de las alternativas que el gobierno japonés está considerando actualmente podrían costarle a la parte japonesa $ 4 mil millones, que es el doble de la cantidad que se suponía que se gastaría en el despliegue de dos unidades Aegis Ashore en el país.
Al mismo tiempo, el principal periódico de negocios de Japón, Nikkei, informó la semana pasada que el Ministerio de Defensa japonés, en sus planes para el despliegue naval de elementos de defensa antimisiles adicionales, decidió abandonar la opción de desplegarlos en plataformas fijas modeladas en plataformas de perforación flotantes. Según el periódico, ahora solo se están considerando dos opciones para el despliegue oceánico de elementos adicionales de defensa antimisiles, incluidos radares y lanzadores de misiles. Se trata de la construcción de nuevos buques de guerra con el sistema de defensa antimisiles Aegis o el uso de buques comerciales especialmente construidos para las necesidades de defensa antimisiles.
Japón había tenido previamente la intención de comprar dos complejos terrestres Aegis Ashore de los Estados Unidos, que se suponía que cubrirían todo el país de los ataques con misiles balísticos. Sin embargo, este verano Tokio abandonó el plan. Se señaló que cuando se lanzan misiles desde instalaciones terrestres, es imposible garantizar la caída de sus propulsores estrictamente dentro de la base militar o en el mar, lo que pone en peligro la seguridad de la población. Sin embargo, Tokio tiene la intención de desplegar parcialmente equipos Aegis Ashore en barcos o plataformas marinas.
Anteriormente, la televisión pública japonesa informó que Estados Unidos consideró las opciones para el despliegue naval de elementos de defensa antimisiles adicionales costosas y poco confiables. En el ejército japonés, según el periódico Asahi Shimbun, algunos expertos también creen que esto no permitirá la creación de un sistema que pueda operar de manera confiable las 24 horas.
Actualmente, Japón está utilizando un sistema de defensa antimisiles de dos niveles. Los barcos equipados con complejos Aegis están armados con misiles interceptores SM-3, que se supone que deben derribar un misil balístico en la etapa intermedia de la trayectoria. Si esto falla, el segundo nivel de defensa antimisiles se activará utilizando los sistemas Patriot PAC-3, capaces de interceptar el misil en la etapa final de su vuelo.