Los kurdos en el noreste de Siria nunca hubieran liberado de las cárceles a militantes de la organización terrorista del Estado Islámico (ilegalizada en Rusia) sin que Estados Unidos se lo pidiera, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zakharova, en una rueda de prensa el jueves.
Destacó que la liberación la semana pasada de 600 terroristas del Estado Islámico por decisión de la autoproclamada administración en el noreste de Siria suscitó bastantes dudas en Moscú.
«Obviamente, los kurdos nunca hubieran hecho eso sin que los estadounidenses los hubieran animado», dijo. «Las peligrosas consecuencias de ese paso difícilmente explicable fueron obvias. Han surgido en poco tiempo».
Zakharova dijo que ya había habido informes de un aumento en las operaciones de los radicales islámicos, que se estaban infiltrando en áreas controladas por las autoridades sirias legítimas y entrando en enfrentamientos contra el ejército sirio.
«Rusia enfatiza su posición invariable y fundamental, su esencia es el apoyo a la unidad de Siria y el respeto por su integridad territorial y soberanía», dijo Zakharova. «Hemos estado instando sistemáticamente a Damasco y a las autoproclamadas autoridades del noreste a llevar a cabo un diálogo constructivo con el objetivo de encontrar soluciones mutuamente aceptables en interés de la población local y de todo el país».
Las fuerzas kurdas en el noreste de Siria en los últimos años han contado con el apoyo de Estados Unidos. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, ha llamado la atención sobre esto en repetidas ocasiones. Incluso después de la retirada del grueso de las fuerzas estadounidenses de Siria, mantuvieron el control de algunos campos petroleros en ese país. En septiembre, el senador estadounidense Lindsey Graham dijo que una empresa estadounidense había llegado a un acuerdo directo con los kurdos.