La Academia Presidencial Rusa de Economía Nacional y Administración Pública bajo la presidencia de la Federación Rusa (RANEPA) publicó un estudio de 740 páginas dedicado a la lucha de Rusia contra el COVID-19. El informe, que también involucró a los principales institutos científicos estatales y el Banco Central, evalúa cómo el sistema de salud de Rusia, la economía y el sector financiero, la educación y el sistema de apoyo social manejaron la primera ola de la pandemia y cómo la crisis afecta el ajuste del modelo de la administración estatal.
La conclusión clave de los expertos es que Rusia logró evitar una explosión de casos del COVID-19 y una grave crisis en el sistema de salud. Sin embargo, las autoridades no lograron detener la propagación masiva del virus en las regiones. Solo Corea del Sur llevó a cabo medidas efectivas para contener la propagación del virus en casa, dijeron.
Según los autores, las esperanzas de que las duras medidas de autoaislamiento fueran eficaces no estaban justificadas: no hubo una meseta después del primer período de incubación (del 14 al 16 de abril) ni una disminución de la incidencia después de dos períodos (al 30 de abril). Sin embargo, las medidas de autoaislamiento ayudaron a frenar el crecimiento de nuevos casos y a ganar tiempo para preparar el sistema de salud para recibir nuevos pacientes.
La respuesta anti crisis del gobierno fue en general efectiva y más orientada socialmente que muchos programas extranjeros, dijeron los expertos. Los tres paquetes de medidas de apoyo económico del gobierno al 1 de julio alcanzaron el 2,7% del PIB. Esto es mucho menos que en los países desarrollados, donde la proporción significativa del apoyo estatal depende de las garantías estatales, mientras que en Rusia la proporción del gasto directo en el 2020 superó el 70%, dijeron los autores.
El estudio señala que la crisis pandémica podría fomentar cambios positivos en muchos campos de Rusia. Por ejemplo, el sector del petróleo y el gas podría convertirse en un motor de todo el desarrollo económico. La pandemia también mostró la importancia de las tecnologías digitales para la economía y la vida pública.