El área metropolitana del Lacio, siguiendo el norte de Lombardía y el sur de Campania, impuso un toque de queda. Según el diario Il Messaggero de este jueves, el decreto correspondiente, que entrará en vigor el viernes, fue firmado por el gobernador Nicola Dzingaretti.
Según las nuevas medidas restrictivas, la población tiene prohibido salir de sus hogares después de la medianoche hasta las 05:00 sin una razón válida. El jueves, una medida similar entra en vigor en Lombardía, pero el toque de queda se anunció allí una hora antes (a partir de las 23:00). Además, las grandes tiendas y centros comerciales permanecerán cerrados los fines de semana en Lombardía y el vecino Piamonte. Las autoridades de otras regiones, incluidas Veneto y Emilia-Romagna, han dicho hasta ahora que no se impondrán restricciones adicionales.
El primer ministro Giuseppe Conte también se ha abstenido de seguir endureciendo. Sin embargo, según el periódico Corriere della Sera el jueves, el gobierno está considerando suspender temporalmente todas las actividades comerciales y de otro tipo no esenciales y prohibir los viajes entre regiones. Según el diario, este tipo de medidas se pueden tomar tras superar el umbral de 2,3 mil pacientes con complicaciones de la enfermedad provocada por el coronavirus en unidades de cuidados intensivos de todo el país. Ahora su número no supera los mil, pero con un aumento diario récord de nuevos infectados, cuyo número superó los 15 mil el miércoles, 50 personas ingresan en cuidados intensivos todos los días.
En muchas regiones, el 50% de las escuelas superiores se han transferido a la educación a distancia y el 75% de las clases en las universidades se imparten en línea. Los medios de comunicación no descartan un mini-bloqueo durante dos semanas, así como el aislamiento de las grandes ciudades-Milán, Nápoles y Roma, donde se registran altas tasas de propagación del coronavirus. Los gimnasios y las piscinas pueden estar cerrados.
El número total de personas infectadas por coronavirus desde el inicio de la pandemia en Italia ha llegado a 450 mil personas, de las cuales casi 37 mil han muerto. Desde principios de octubre, comenzó un aumento progresivo de las infecciones, cuyo número aumentó significativamente.