Rusia y Turquía van por el camino de la desconfianza en Siria

Turquía  está abandonando algunos de sus puestos de observación en la provincia siria de Idlib, que está bajo el control de fuerzas insurgentes y unidades radicales, informó el medio de noticias Middle East Eye, citando a sus fuentes que afirman que Ankara ha dado este paso porque Rusia está bloqueando el suministro de esos puestos de observación construidos en el 2017. Los expertos consultados por Nezavisimaya Gazeta sugieren que una reducción en los puestos de observación puede significar que el régimen de Erdogan se está preparando para una posible escalada de Damasco.

El experto del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Anton Mardasov, dijo a Nezavisimaya Gazeta que es posible que haya una nueva oleada de tensiones en Idlib.

«Por un lado, la escalada puede tener lugar con el consentimiento de Rusia, ya que las áreas al sur de la autopista M4 deben entregarse a Damasco, después de todo, de acuerdo con los últimos acuerdos entre Putin y Erdogan», explicó el comentarista político.

Según él, los ataques terroristas de extremistas poco conocidos contra las patrullas conjuntas ruso-turcas en la zona pueden servir como pretexto para la operación.

«Por supuesto, esto se puede interpretar y presentar de manera diferente en los medios. Ankara encuentra bastante difícil eliminar a los comandantes de campo radicales sin causar una ola de refugiados y provocar que los grupos terroristas se apoderen de puestos de avanzada cerca de los cruces fronterizos», dijo Mardasov. «Por otro lado, Damasco no está abandonando los esfuerzos para sacudir las cosas en Idlib», afirmó el experto, y agregó que el gobierno sirio tiene menos oportunidades de presionar al liderazgo turco si Ankara reduce el número de sus puestos de observación. «En mi opinión, Rusia estaría en desventaja si siguiera la política de Damasco», afirmó Mardasov.

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