Decenas de miles de chilenos se manifestaron en Santiago, todavía exigiendo cambios constitucionales un año después de que las protestas masivas dejaron decenas de muertos, pero el evento pacífico finalmente se convirtió en un caos, con enfrentamientos, saqueos e incendios.
La protesta en la capital de Chile estalló en riñas con la policía y saqueos de supermercados el domingo por la noche.
Turbas enmascaradas bombardearon una sede de la policía y una iglesia más tarde ese mismo día. Mientras los bomberos e incluso algunos de los manifestantes intentaban salvar la Iglesia de la Asunción, su aguja finalmente colapsó.
#Santiago: posterior al saqueo de especies desde la Iglesia San Francisco de Borja, antisociales realizan barricada con fogata al exterior. pic.twitter.com/ESjgyFR2mF
— Carabineros Prefectura Central (@CarabPrCentral) October 18, 2020
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La constitución actual, en vigor desde 1980 y promulgada por la antigua junta militar de Augusto Pinochet, ha sido modificada en numerosas ocasiones en los años posteriores. Sin embargo, no establece la responsabilidad del estado de brindar educación y atención médica, dos demandas de los millones de chilenos que han vuelto a tomar las calles recientemente después de meses de bloqueos de Covid-19.
Las autoridades estimaron que el mitin del domingo en la capital, Santiago, atrajo a no más de 25.000 personas en su apogeo, mucho menor que los disturbios de 2019 que resultaron en toques de queda y las calles patrullando militares por primera vez desde el gobierno de Pinochet.