Tras los comicios en Hidalgo y Coahuila, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que no hubo violencia y que la gente, aunque poca, acudió a votar.
“Las autoridades electorales van a decidir quién gana y si hay inconformidades, hay procedimientos para acudir a esas denuncias y adelante”.
“Tenemos que procurar que las elecciones sean limpias, libres, que no haya compra de votos, que no haya carros, que no haya relleno de urnas, que no haya falisificación de actas y que se entienda que ahora ya es delito electoral el fraude y quien comete fraude no tiene derecho a fianza, porque ya se considera delito grave”.
“No quiero estar monitoreando como era antes, desde la campaña cómo están los partidos, no me corresponde”, agregó.