El embargo internacional sobre el comercio de armas contra Irán expiró el domingo. Teherán ahora puede reponer sus arsenales de armas bastante obsoletas, lo que desencadenaría una carrera armamentista y aumentaría las tensiones en Medio Oriente. Sin embargo, la presión de los Estados Unidos obstaculizará los esfuerzos de rearme de Irán, por lo que Teherán esperará un posible cambio de poder en Estados Unidos, escribe Nezavisimaya Gazeta.
Los problemas económicos son otro obstáculo para los planes de rearme de Irán. El investigador principal del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladimir Sazhin, señaló tres factores que llevaron al colapso de la economía iraní, que incluyen las sanciones estadounidenses, la disminución de las actividades económicas debido a la pandemia de coronavirus y la caída en los precios del petróleo.
Al mismo tiempo, el ejército iraní necesita urgentemente ser reequipado. Según Military Watch, Irán tiene la intención de renovar toda su flota de aviones de combate. Teherán está listo para comprar cazas Sukhoi Su-30SM2 de fabricación rusa, cazas Mikoyan MiG-35 y helicópteros de combate Mil Mi-35 o Kamov Ka-52. Irán también planea mejorar su flota. El ejército y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica ejercerán una influencia significativa sobre las autoridades del país para aumentar el gasto en defensa.
Sin embargo, el resultado de estos esfuerzos no se hará evidente en el corto plazo. En opinión de Sazhin, no se alcanzarán contratos de armas inmediatos.
«Rusia, China e Irán esperarán hasta el 3 de noviembre, cuando las elecciones presidenciales se realizarán en Estados Unidos. Si Trump permanece en el poder, la Casa Blanca mantendrá su política dura. Por otro lado, algunas de las declaraciones de Biden muestran que está dispuesto a reconsiderar la política de Estados Unidos hacia Irán. Los demócratas de ninguna manera son pro iraníes, pero su política será más pragmática. Dicho esto, Irán tendrá opciones», enfatizó el experto.