Las partes del conflicto en Libia están avanzando hacia la creación de nuevos órganos ejecutivos, que marcarán formalmente la reconciliación. Emisarios del Alto Consejo de Estado (HCS) en el oeste del país y la Cámara de Representantes leales al mariscal de campo Khalifa Haftar acordaron continuar las negociaciones sobre los cambios a la constitución. Sin embargo, los expertos entrevistados por Nezavisimaya Gazeta creen que el movimiento en curso hacia la paz es muy engañoso. Todo depende de las fuerzas en terreno. Para los mayores garantes del acuerdo, Rusia y Turquía, la situación no es más que un experimento interesante, escribe el periódico.
Los expertos creen que las intenciones de los actores políticos deben separarse de la posición de los militares. «Todo se reduce a Haftar», dijo al periódico el experto del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Kirill Semyonov. «Mientras Haftar y sus militantes permanezcan en el campo de juego, no se puede implementar algún tipo de solución pacífica. Las ambiciones de Haftar no han desaparecido en ninguna parte, y tratará de establecer un estatus especial para sí mismo que no encaja en ningún proyecto constitucional», agregó.
La tarea principal del próximo mes será crear un gobierno de unidad nacional completamente nuevo con el apoyo de la ONU, que será aprobado, al menos en papel, por todas las partes clave en el conflicto, dijo al periódico el investigador del Instituto de Relaciones Internacionales con sede en los Países Bajos, Clingendael Jalel Harchaoui. Según él, ni Turquía ni Rusia están profunda y firmemente comprometidos con el éxito de este esfuerzo continuo de la ONU. Sin embargo, tanto Ankara como Moscú, junto con El Cairo, están listos para darle una oportunidad como una especie de experimento y ver si la ONU podrá construir una ruta para evitar más hostilidades, señaló.
Según el experto, las partes rusa y turca están interesadas en reactivar la economía libia, si esto no compromete su presencia militar y esferas de influencia.