Grandes multitudes de personas de la comunidad originaria Minga tomaron las calles de Cali, el miércoles, ante los planes de dirigirse al día siguiente hacia Bogotá para tratar de reunirse con el presidente colombiano Iván Duque, exigiendo un diálogo sobre asesinatos de líderes sociales y violencia contra ellos por las fuerzas de seguridad del estado.
Un primer intento de negociar con el gobierno fracasó el lunes, ya que el presidente Duque no se presentó a las conversaciones con el vocero de la Minga.
«Estamos perdiendo principios democráticos y se está configurando un Estado totalitario, que es lo que denunciamos ante la opinión pública nacional e internacional», dijo Norman David Banol, Asesor jefe de CRIDEC (Consejo Regional Indígena de Caldas).
La Minga está realizando una serie de protestas y asambleas en todo el país para exigir vida, paz y democracia para la comunidad.
Según un informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ), 269 líderes indígenas han sido asesinados desde el 2016, de los cuales 242 de los homicidios se cometieron luego de la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.