El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó el enfrentamiento militar en curso en Artsaj (Nagorno-Karabaj) como «una tragedia» e indicó su voluntad de honrar el antiguo tratado de defensa mutua de Rusia con Armenia, si el país requería tal ayuda.
En declaraciones a la cadena de televisión Rossiya, Putin señaló que dos millones de azerbaiyanos y más de dos millones de armenios viven en Rusia, y que un gran número de ciudadanos rusos mantienen «relaciones estrechas, amistosas e incluso familiares con ambas repúblicas».
«Esto es una tragedia», dijo el presidente, y agregó: «Estamos muy preocupados, porque Azerbaiyán, Armenia y Nagorno-Karabaj son territorios habitados por personas que no son extrañas para nosotros».
Aunque Rusia actúa oficialmente como meditador del conflicto armenio-azerbaiyano, Ereván y Moscú están oficialmente aliados como parte de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), junto con Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán. Según el acuerdo de la organización, la agresión contra un miembro de la OTSC se percibe como una agresión contra todos.
Por lo tanto, si Azerbaiyán ataca el territorio de Armenia, Rusia está legalmente obligada a ayudar a Armenia.
«Como saben, Armenia es miembro de la CSTO, y tenemos ciertas obligaciones con Armenia en virtud de este acuerdo», explicó Putin, y dijo: «Para nuestro gran pesar, la lucha continúa, pero no se lleva a cabo en el territorio de Armenia «.
El presidente señaló que Rusia continuará cumpliendo con todas sus obligaciones en virtud del tratado defensivo mutuo, y ha instado a Ereván y Bakú a acordar un alto el fuego.
Junto con el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente francés Emmanuel Macron, Putin pidió la semana pasada «un cese inmediato de las hostilidades entre las fuerzas militares pertinentes». Rusia, Estados Unidos y Francia presiden el Grupo de Minsk de la OSCE, que tiene la tarea de poner fin al conflicto armenio-azerbaiyano.
La disputa entre Azerbaiyán y Armenia tiene décadas, y ambos países creen que tienen fuertes reclamos sobre Nagorno-Karabaj. Oficialmente, la región es reconocida internacionalmente como parte de Azerbaiyán, pero ha estado poblada principalmente por personas de etnia armenia durante miles de años.
Bakú, por otro lado, considera que la zona está «ocupada ilegalmente por Armenia». En la última quincena, la guerra ha vuelto a estallar.