Ankara está comenzando a desempeñar un papel más crucial en la solución del conflicto sobre Nagorno-Karabaj. El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, habló sobre las posibilidades de iniciar negociaciones de paz y repitió las palabras del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de que Turquía debería participar en el proceso de arreglo.
El liderazgo azerbaiyano insiste en que Turquía debe unirse al Grupo de Minsk de la OSCE para anunciar nuevas demandas para resolver el conflicto. Azerbaiyán dijo que la retirada de las fuerzas armenias de Nagorno-Karabaj era una condición previa para iniciar un proceso de paz en la región.
Se desconoce si los copresidentes del Grupo de Minsk respaldarán la propuesta azerí-turca de retirar las fuerzas armenias de Nagorno-Karabaj, pero hay motivos para pensar que esta medida sería inaceptable para Armenia, escribe Nezavisimaya Gazeta. Mientras tanto, Nagorno-Karabaj busca unirse a las conversaciones como tercero y lo más probable es que continúe el derramamiento de sangre en la región. A juzgar por las acciones de combate actuales, el potencial militar de Azerbaiyán con el apoyo de Turquía es mayor que el de Armenia y la ofensiva agotadora de las fuerzas azerbaiyanas en Karabaj les traerá éxito. La llegada de decenas de miles de refugiados de Nagorno-Karabaj podría desencadenar un desastre humanitario para el aliado de Rusia. «En términos geopolíticos, esta situación será desventajosa para Rusia. Incluso si Ereván respalda el despliegue de fuerzas de paz rusas en la zona de conflicto, el aliado de Ankara, Bakú, sugerirá la presencia de cascos azules turcos allí», dijo el experto militar Shamil Gareyev.
El analista Andrey Medvedev también señaló que Ankara podría desempeñar un papel cada vez más importante en un futuro acuerdo de paz para el conflicto de Karabaj. El experto en Asia Central, Robert Ten, señaló que Turquía ha venido consolidando sus posiciones en Asia Central durante varios años.