Casi dos meses después de las controvertidas elecciones presidenciales del país, continúan las protestas en Bielorrusia. El domingo, la policía utilizó un cañón de agua para dispersar a una gran multitud que volvió a salir a las calles de Minsk para expresar su ira.
Los manifestantes exigían la renuncia del antiguo presidente Alexander Lukashenko, quien, según ellos, manipuló la contienda de agosto. También se realizaron arrestos.
Pero el cañón de agua no fue suficiente para espantar a los manifestantes. Según los informes, tomaron represalias contra el vehículo y lograron neutralizarlo parcialmente quitando algunas partes.
Según los informes, esto causó que el camión no funcionara correctamente, ya que se filmó enviando un torrente de líquido verticalmente al aire, con el agua aterrizando sobre los agentes de policía cercanos.
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Задержания на Немиге #минск pic.twitter.com/dxDtlGxmON
— Алексей Кириленко (@Kirilenko_a) October 4, 2020
La manifestación del domingo en la capital volvió a tener una gran participación, y los testigos estimaron que la multitud era de alrededor de 100.000, según la agencia de noticias rusa Interfax. La población de Minsk ronda los dos millones.
57th day of protests in Belarus❗️ pic.twitter.com/ckzhJGMnne
— NEXTA (@nexta_tv) October 4, 2020
Miles de personas han estado protestando en Minsk y otras ciudades todos los fines de semana desde las elecciones del 9 de agosto. Según el recuento oficial, Lukashenko ganó la votación por abrumadora mayoría, pero la oposición impugnó el resultado e insistió en que las elecciones fueron manipuladas.
Las autoridades bielorrusas han respondido a la indignación pública con detenciones masivas, y las fuerzas del orden también se enfrentan a acusaciones de uso excesivo de la fuerza y maltrato de los detenidos.