La sospecha de simpatía por las ideas del nazismo surgió en relación a cuatro empleados de la unidad de contrainteligencia, el 2 de octubre, informa el canal N-tv.
En el estado federal de Renania del Norte-Westfalia, cuatro empleados del Servicio Federal para la Protección de la Constitución alemana eran sospechosos de neonazismo. Tres de los sospechosos estaban monitoreando a los grupos radicales de derecha.
Uno: ocupó una posición de liderazgo. El ministro del Interior, Herbert Royle, dijo que los agentes de contrainteligencia en las redes sociales intercambiaron materiales xenófobos, en relación con los cuales se disolvió la unidad.
Recordemos que en noviembre del 2018 se supo que en Alemania unos 200 empleados de las fuerzas especiales de élite KSK eran miembros de una organización secreta neonazi. El grupo estaba planeando un golpe de estado y numerosos asesinatos políticos.
Se encontraron armas preparadas y explosivos en sus escondites. Durante mucho tiempo, el ejército alemán ignoró los informes sobre las opiniones nazis entre las fuerzas especiales, aunque los informes al respecto comenzaron a aparecer en 2017.