Islas remotas, barcos y plataformas petroleras en desuso, centros de detención en Moldavia, Marruecos o Papúa Nueva Guinea estarían entre las opciones contempladas por el gobierno británico para lidiar con los inmigrantes ilegales.
La noticia, publicada por varios periódicos locales a partir de la filtración de documentos oficiales, y que ha generado una gran polémica en el Reino Unido, no fue confirmada hasta el momento por las autoridades, pero tampoco negada de plano.
‘Todas las opciones están sobre la mesa’, aseguró este jueves Matthew Rycroft, un funcionario de alto rango del ministerio del Interior, al ser interpelado al respecto por miembros del comité parlamentario de Cuentas Públicas.
Rycroft aclaró, no obstante, que solo podía confirmar que el servicio civil respondió a pedidos hechos por los ministros sobre la forma en que otros países enfrentan un problema global como es la inmigración, afirmó
El tema cobró notoriedad después que el periódico Financial Times dijo la víspera que la ministra del Interior, Priti Patel, solicitó a funcionarios de su ministerio analizar la posibilidad de construir centros de procesamiento para inmigrantes en las islas de Ascensión y Santa Helena, dos territorios británicos de ultramar ubicados a seis mil 500 kilómetros del Reino Unido.
De acuerdo con el diario, la idea sería seguir los pasos de Australia, que envía a las personas que buscan refugio en su territorio a campos de detención en Papúa Nueva Guinea y Nauru que han sido denunciados por organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Este jueves, The Guardian echó más leña, al asegurar que la oficina del Primer Ministro Boris Johnson también hizo una petición similar al ministerio de Relaciones Exteriores, aunque en este caso, los lugares a valorar para la construcción de los centros de procesamiento de los solicitantes de asilo serían Moldavia, Marruecos y Papúa Nueva Guinea.
The Times, por su parte, reportó que el gobierno está pensando ‘muy seriamente’ en la idea de comprar buques ferries en desuso para alojar a los inmigrantes ilegales mientras se decide si les permitirá permanecer en territorio británico.
El periódico aseguró además que hubo una propuesta para usar las plataformas petroleras descontinuadas en el Mar del Norte, pero fue rechazada por el ministerio del Interior.
Uno de los primeros en reaccionar fue el legislador laborista Nick Thomas-Symonds, quien se desempeña como contraparte de Patel en el llamado gabinete a la sombra (opositor).
Esta idea absurda es inhumana, completamente impracticable y salvajemente cara. Por lo tanto, es totalmente verosímil que este gobierno Tory (Conservador) la haya propuesto, aseveró el político en su cuenta de Twitter, en respuesta a la noticia sobre supuesto envío de los inmigrantes a las islas de Ascensión y Santa Helena.
Un portavoz del líder del Partido Laborista, Keir Starmer, apuntó, por su parte, que se trata de una idea ridícula producto de un gobierno incompetente.
En declaraciones a la BBC, el exjefe de los servicios de Inmigración David Wood cuestionó la viabilidad legal y práctica de las propuestas reveladas por la prensa, tras señalar que no habría forma de demostrar que los solicitantes de asilo no estarían detenidos.
Organizaciones que trabajan con los refugiados en el Reino Unido también condenaron la idea, por considerarla inmoral e inhumana, e incluso quienes exigieron la renuncia de Patel.
Esta propuesta es tan ridícula que es casi risible, afirmó Minnie Rahman, del Consejo Conjunto para el Bienestar de los Inmigrantes, tras recordar que llevan años pidiendo a la ministra del Interior que implemente las vías sensibles, sencillas y seguras para que los solicitantes de asilo obtengan protección en el Reino Unido.
La filtración desató una investigación interna para determinar si hubo motivos políticos, según confirmó Rycroft al Parlamento, donde defendió el secretismo con el argumento de que esos análisis necesitan hacerse en privado para que el servicio civil pueda aconsejar a los ministros de la mejor forma posible.
Según cifras extraoficiales citadas por la prensa británica, más de 32 mil personas solicitaron asilo en el territorio británico entre enero y junio pasados.
La mayoría de los solicitantes llegaron al Reino Unido después de aventurarse a través del canal de La Mancha en embarcaciones pequeñas y frágiles que son gestionadas casi siempre por traficantes de persona en el lado francés del estrecho.
Mientras tanto, el gobierno británico tiene a punto una nueva ley de inmigración que entrará en vigor en enero próximo que garantizará, mediante un sistema de puntos, que solo las mentes más brillantes y los mejores perfiles entren al país, según adelantó Patel en julio pasado.