El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, califica a los opositores venezolanos de “terroristas” peligrosos para el futuro del país bolivariano.
“Asesinos que son esta derecha fascista de [los líderes opositores] Leopoldo López, Juan Guaidó, de Freddy Guevara. Es una derecha asesina, irracional, supremacista, muy peligrosa para el futuro del país. Es ilegal y terrorista”, indicó el jueves el mandatario venezolano.
Maduro recordó la muerte del joven diputado oficialista de ese país Robert Serra y su compañera María Herrera, asesinados por los paramilitares colombianos mandados por el expresidente Álvaro Uribe Vélez hace 6 años. “Algún día Uribe Vélez pagará ese crimen”, enfatizó.
En este sentido, aseguró que fueron capturados y condenados los sicarios y asesinos, los autores intelectuales y materiales, convictos y confesos quienes declararon que el expresidente colombiano los contrató.
El jefe del Estado venezolano tachó de “terrorista e ilegal” a la derecha venezolana, declarando que están fuera de la ley y detrás de todos estos asesinatos.
Las autoridades venezolanas aseguran haber frustrado desde 2017 varios planes terroristas de la oposición bajo la mirada cómplice de las autoridades de Colombia y con el apoyo del Gobierno estadounidense, para organizar operaciones militares, golpes de Estado e incursiones armadas; planes que incluyen el asesinato del presidente Maduro y otras autoridades venezolanas.
En esta línea, el opositor Guaidó se autoproclamó en enero de 2019 como “presidente encargado” de Venezuela y de inmediato fue reconocido por Washington, que empezó a endurecer su campaña de presión contra el Gobierno legítimo de Maduro para deponerlo.
Además, el pasado 3 de mayo, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) frustró una invasión marítima perpetrada por un grupo de “mercenarios terroristas” desde Colombia. La banda intentó ingresar a territorio venezolano a bordo de dos lanchas a través de la costa de La Guaira, la zona marítima más cercana a Caracas, capital de Venezuela.
Las pruebas implican a EE.UU. y Colombia en el fallido operativo, que define como un nuevo intento de Guaidó, para derrocar a Maduro por la vía militar, para lo cual habría firmado un contrato de 212 millones de dólares con la empresa estadounidense Silvercorp.