Estados Unidos cree que los »intereses» de Rusia e Irán en Siria son cada vez más divergentes.


Joel Rayburn, subsecretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Oriente Medio, sugirió que los intereses de Rusia e Irán en Siria son cada vez más divergentes. Expresó esta opinión el jueves, hablando en un seminario web del Atlantic Council con sede en Washington.

«Sobre el tema de las fricciones en Siria entre Rusia y el régimen iraní. Existen. Son naturales y deberían esperarse, ya que los rusos y el régimen iraní tienen metas y objetivos diferentes en relación con Siria», dijo el funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Estados Unidos.

Según la sugerencia de Reyburn, “a los rusos les gustaría que Siria volviera a la normalidad que existía antes de 2011 (el comienzo del conflicto armado interno en este país árabe — nota TASS), y seguir siendo, de hecho, un socio regional de Rusia, un cliente regional de Rusia, tratando de restaurar el antiguo sistema

«. «Al régimen iraní le gustaría convertir a Siria en un elemento central del imperio iraní, una guarnición militar que pueda ser utilizada por Al-Quds contra la región», cree el diplomático estadounidense.

Al-Quds es el servicio de inteligencia del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, las unidades de élite de las Fuerzas Armadas iraníes. Además, Teherán está obsesionado con la idea de cambiar las «características demográficas y la sociedad» de Siria, transformando su «sociedad secular y altamente educada» en una «república hermana — islámica», está convencido Rayburn.

«Se puede ver que estos dos objetivos finales chocan. Hasta ahora esto no ha resultado en la ruptura de la alianza militar sobre el terreno entre el régimen iraní y Rusia. Pero a un nivel estratégico superior, ellos [Rusia e Irán] están cada vez más divergentes [en Siria]». — dijo el representante del Departamento de Estado de Estados Unidos. En su opinión, esta situación «presenta una oportunidad» para Estados Unidos, así como para la solución del conflicto en Siria.

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, admitió anteriormente que los enfoques de los países garantes del proceso de Astana (Rusia, Turquía e Irán) al acuerdo sirio «tienen matices y diferencias significativas». Según él, estas diferencias se pueden «observar tanto a través de las declaraciones de los funcionarios como a través de la situación en el terreno». Al mismo tiempo, Lavrov destacó que Rusia «estaba unida a Turquía e Irán por un deseo común de evitar en cualquier caso una repetición de lo hecho con Libia e Irak». Al mismo tiempo, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia agregó que «la mentalidad total no existe en ninguna parte».

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