Moscú y las repúblicas del Donbass están listas para reanudar las reuniones cara a cara del Grupo de Contacto Trilateral sobre la solución del conflicto en el Donbass en Minsk, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia a Izvestia. Según fuentes diplomáticas europeas, en medio de la pandemia del COVID-19, las conversaciones se llevan a cabo por videoconferencia desde marzo y el tema de trasladar la sede de negociación desde Bielorrusia no estaba en la agenda. Anteriormente, el jefe adjunto de la delegación de Ucrania en el grupo de contacto, Alexei Reznikov, declaró que Kiev no reconocía a Alexander Lukashenko como presidente legítimo de Bielorrusia y que no tendría sentido ir a Minsk. Reznikov enfatizó que no haría eso «incluso si la pandemia terminara», y señaló que otros miembros de la delegación ucraniana tampoco asistirían a estas conversaciones.
Mientras tanto, fuentes diplomáticas europeas confirmaron que no hubo discusión sobre la realización de las conversaciones del Grupo de Contacto en un lugar políticamente más estable. Tampoco había planes para reanudar las reuniones cara a cara, dijeron. Anteriormente, Austria confirmó su disposición a acoger las conversaciones si Rusia y Ucrania tomaban esa decisión. Sin embargo, el presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, dijo que era prematuro discutir este asunto. «Estamos esperando que se estabilice la difícil situación en Minsk», afirmó, y señaló que en medio de la situación del coronavirus, no era importante dónde se llevaran a cabo las conversaciones.
Aún así, a pesar del alto el fuego en el Donbass, no se vislumbra un acuerdo de paz en el horizonte. La reciente reunión de asesores políticos del Cuarteto de Normandía (Rusia, Ucrania, Francia y Alemania) en Berlín no produjo ningún avance y, al parecer, las conversaciones del Grupo de Contacto se estancaron. Según el ex presidente de Ucrania, Leonid Kravchuk, quien encabeza la delegación del país en el Grupo de Contacto, “existía un peligro real de que el acuerdo de Minsk no funcionara en absoluto”. Si el parlamento ucraniano no enmienda la ley sobre elecciones locales en el 2020, que prohíbe la celebración de una votación en el Donbass y, por lo tanto, va en contra de los acuerdos de Minsk, cualquier trabajo adicional del Grupo de Contacto sería bloqueado, explicó.
A su vez, Moscú señala que Kiev ni siquiera estaba tratando de ocultar su renuencia a cumplir con sus compromisos bajo el acuerdo de paz de Minsk y pidió a Ucrania que comprenda que el camino hacia la paz en el Donbass no consistía en reescribir acuerdos anteriores. Según Mikhail Pogrebinsky, director del Centro de Estudios Políticos y Conflictología de Kiev, si Ucrania se retirara de jure de las conversaciones de Minsk, la UE no tendría más motivos para extender las sanciones contra Rusia. Pero Kiev no podía permitir que eso sucediera, señaló el experto.