Los drones de ataque de pequeño tamaño y también los robots y exoesqueletos se integrarán con el equipo de soldados de nueva generación de Rusia, dijo el comandante de las fuerzas terrestres, general del ejército Oleg Salyukov, al periódico gubernamental Rossiiskaya Gazeta en una entrevista.
«Uno de los proyectos de investigación y desarrollo actuales, que se está llevando a cabo a pedido del mando de las fuerzas terrestres, contempla la creación de un equipo de combate de nueva generación que incorpore elementos que mejoren las habilidades físicas del personal, como exoesqueletos de combate y especiales, y la integración de robots de combate y apoyo, así como drones de reconocimiento y ataque de clase pequeña y mini», dijo Salyukov.
Dicho equipo mejorará la conciencia de la situación de cada soldado, facilitará el desempeño de las misiones de combate y minimizará el nivel de esfuerzo físico y los riesgos para la vida.
Anteriormente, la corporación rusa Rostec dijo que el equipo de combate de nueva generación Sotnik, que está siendo desarrollado por uno de sus afiliados, el Instituto Central de Investigación Científica para Ingeniería de Máquinas de Precisión TasNIItochMash, incorporará micro-drones, conectados con un sistema de mando automatizado de nivel táctico. Las imágenes de sus cámaras se proyectarán en la visera del casco o en las gafas protectoras. Sin embargo, la corporación no dijo nada sobre los planes para integrar drones de ataque con el equipo de combate de nueva generación.
La investigación y el desarrollo de los equipos de nueva generación durarán del 2020 al 2023. En el 2025, está previsto que el Sotnik reemplace al Ratnik. Se espera que el equipo de combate de Sotnik consista en municiones y armas de fuego totalmente nuevas, botas a prueba de minas terrestres, un traje térmico especial que hace que el soldado sea invisible a los sensores infrarrojos y un traje antirradar. Los mandos, mapas del terreno y otra información crucial se mostrarán en anteojos electrónicos.
El Sotnik será un 20% más ligero que el Ratnik, unos 20 kilogramos. Un material electroactivo cromogénico, capaz de cambiar de color de acuerdo con el color del terreno y el entorno, garantizará excelentes parámetros de camuflaje. Por primera vez, el prototipo del material se mostró en el foro “Army-2018”.