La experiencia adquirida por los pilotos de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas durante las hostilidades en Siria no tiene precio. Uno de los pilotos declaró esto al canal de televisión “Zvezda” (“Estrella”).
Hace exactamente cinco años, el 30 de septiembre del 2015, se formó un grupo especial en la base aérea siria de Khmeimim en la región de Lataquia. Su objetivo era llevar a cabo una operación militar en apoyo de las fuerzas gubernamentales de Siria en la lucha contra los terroristas del «Estado Islámico» (que está prohibido en la Federación de Rusia).
El aeródromo de primera clase es capaz de recibir todo tipo de aeronaves, desde helicópteros hasta aviones de transporte militar pesado y porta misiles. En la actualidad, cuando casi todo el territorio de Siria fue liberado del control de los militantes, los pilotos rusos realizan tareas de combate diarias.
Creen que han adquirido una experiencia invaluable en Siria, lo cual es imposible en los campos de entrenamiento táctico.
«Todo aquí fue completamente diferente: condiciones reales, aplicación real, por lo que hemos acumulado una carga tan valiosa que podemos pasar a la generación más joven», señaló uno de los pilotos.
En el territorio de Siria también hay una base militar rusa en Tartus, un centro logístico para la flota rusa. Es un área de agua cerrada con literas modernas.
Anteriormente, el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, resumió los resultados de la campaña militar rusa en Siria. La tarea asignada a los militares, dijo, se completó por completo. La organización terrorista internacional «Estado Islámico» en Siria dejó de existir, ni un solo extremista entró en Rusia.