La ex candidata presidencial bielorrusa Svetlana Tikhanovskaya ha estado haciendo sus rondas, reuniéndose con líderes europeos. Su reunión más reciente con el presidente francés, Emmanuel Macron, tuvo como objetivo tratar de persuadir al presidente Alexander Lukashenko de Bielorrusia para que entablara un diálogo con la sociedad civil mediante la mediación a través de otros países. Mientras tanto, los expertos dudan de la capacidad de la UE para influir en Lukashenko, quien ha optado por tácticas de tierra arrasada, escribe Nezavisimaya Gazeta. Al mismo tiempo, los miembros del “Consejo de Coordinación” están buscando formas de acercarse a Rusia.
Minsk reaccionó al encuentro entre Tikhanovskaya y Macron con su habitual indiferencia, según el diario. Bielorrusia está implementando sus sanciones contra los países bálticos, apoyando más activamente a los manifestantes bielorrusos y a las figuras de la oposición. Al mismo tiempo, el Reino Unido y Canadá están imponiendo medidas restrictivas contra Lukashenko, su hijo Viktor y los jefes de las fuerzas del orden involucradas en actos de violencia contra civiles.
La comunidad de expertos no cree que los líderes europeos puedan influir con éxito en la situación en Bielorrusia. Según los expertos, el camino elegido por Lukashenko para mantener el poder significa que no hay vuelta atrás ni diálogo alguno.
«La reunión de Macron con Tikhanovskaya es un apoyo puramente simbólico a la sociedad bielorrusa en su conflicto con el régimen. Puede tener muy poco efecto sobre la situación en Bielorrusia«, dijo el politólogo Valery Karbalevich a Nezavisimaya Gazeta. «La UE no podrá actuar como mediador por la sencilla razón de que Alexander Lukashenko se niega categóricamente a entablar negociaciones con oponentes dentro del país. Por lo tanto, todos los esfuerzos de la UE en este sentido no tendrán ningún efecto», agregó.