Ereván y Bakú rechazan la perspectiva de negociaciones de alto el fuego

Durante los tres días en que se intensificó el conflicto de Nagorno-Karabaj, las partes no se han acercado a un armisticio. Según los últimos datos, hasta el momento más de 80 personas han muerto solo en Nagorno-Karabaj, lo que supera la información oficial sobre las víctimas de la guerra de abril del 2016. Ilham Aliyev, presidente de Azerbaiyán, cree que no puede haber negociaciones con Armenia, teniendo en cuenta la posición actual de su liderazgo. El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, también dijo que la violencia debe terminar antes de entablar un diálogo. Los expertos entrevistados por Izvestia señalaron que hasta ahora ninguna de las partes está lista para sentarse a la mesa de negociaciones, en gran parte porque las sociedades de Armenia y Azerbaiyán han exigido una solución militar al conflicto.

Sin la presión externa de terceros países, principalmente Rusia y otros copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE (Francia y Estados Unidos), el conflicto podría prolongarse durante mucho tiempo, dijo a Izvestia el politólogo y experto del Club de Valdai, Farhad Mammadov. «La atención internacional influirá en la duración del conflicto, que ahora ha estallado, y es posible que se ejerza presión sobre los bandos beligerantes para poner fin a él [el conflicto]. Pero en ambos países existe una demanda pública de solución militar a esta lucha. Por lo tanto, no se deben esperar decisiones rápidas de la dirección política”, dijo el experto.

Al mismo tiempo, el vicepresidente de la Asamblea Nacional de Armenia, Alen Simonyan, dijo al periódico que Ereván espera que Rusia no permita que Ankara intervenga en el conflicto por la fuerza. «Rusia no debe permitir que Turquía comience a introducir equipos y realizar operaciones militares en el territorio del Cáucaso o Transcaucasia, lo que socavaría toda la región», subrayó el político.

Rusia considera «superfluo» invitar a Turquía como mediador a las próximas conversaciones de paz en Karabaj, dijo a Izvestia el presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo de la Federación, Konstantin Kosachev. «Turquía no es neutral, su participación multilateral parece innecesaria y fortalecerá a una de las partes del conflicto. Por lo tanto, el objetivo no es apoyar, sino galvanizar un acercamiento y encontrar puntos de contacto. Esto solo es posible con la participación de intermediarios neutrales. Por tanto, Rusia es necesaria en este formato”, subrayó el legislador.

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