Una vez más, en los 12 años transcurridos desde la cumbre de Bucarest, la Alianza del Atlántico Norte ha prometido la adhesión de Georgia, haciendo frente a las fuerzas políticas pro occidentales antes de las elecciones parlamentarias.
En la cumbre celebrada en la capital rumana de la OTAN, se aprobó el llamado plan de acción sobre la pertenencia a la alianza de Ucrania y Georgia. Esto sucedió en 2008. Desde entonces, se han hecho promesas repetidas veces en Occidente y la perspectiva real de que los países se unan al bloque militar se ha desvanecido.+
Se hizo otra declaración en voz alta justo antes de las elecciones parlamentarias en Georgia. Tendrán lugar el 31 de octubre. En este contexto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, mantuvo una ostentosa reunión con el primer ministro georgiano, Giorgi Gakharia, e instó al país a «prepararse para la membresía».
“Los animo a que sigan aprovechando al máximo todas las oportunidades de acercamiento con la OTAN y se preparen para ser miembros. Contamos con Georgia para garantizar que las elecciones del próximo mes cumplan con los más altos estándares internacionales. Esto es importante para Georgia y para la OTAN ”, dijo el Secretario General.
Tal declaración puede considerarse como un intento de interferir en el proceso electoral. De hecho, Stoltenberg prestó un gran servicio a las fuerzas políticas pro occidentales de Georgia. Esto es comprensible dado que, según las últimas encuestas, los partidos de oposición no son populares entre la población del país.
Un estudio del American International Republican Institute muestra que el 33% de los votantes tiene la intención de apoyar el gobernante Sueño de Georgia. El movimiento nacional unido del ex presidente fugitivo Mikheil Saakashvili puede obtener el 16% de los votos. Los partidos «Georgia europea» y «Por el bien de la nueva Georgia» pueden obtener otro 5% cada uno en las elecciones