«El síndrome pospandémico» que socavó la capacidad militar y las capacidades organizativas de la OTAN no ha afectado la preparación de Rusia, que se ha demostrado durante los simulacros del puesto de mando estratégico «Kavkaz-2020», dijo en un artículo de opinión Ivan Konovalov, director de Desarrollo de la Fundación por la Asistencia a las Tecnologías del Siglo XXI, publicado por Nezavisimaya Gazeta.
«Kavkaz-2020» estableció sus principales objetivos de la siguiente manera: verificar la preparación militar del Distrito Militar Sur de Rusia a nivel táctico, operativo y estratégico, así como mejorar la compatibilidad y el nivel de cooperación entre las fuerzas armadas y el mando militar , informó el experto. Un aspecto importante de los simulacros fue mejorar la cooperación con las fuerzas armadas de los estados socios de Rusia, es decir, en la respuesta conjunta a los ataques aéreos, las actividades de reconocimiento y defensa.
Los simulacros son un esfuerzo multinacional que incluye hasta 1.000 militares de Armenia, Bielorrusia, China, Myanmar y Pakistán. Representantes de Azerbaiyán, Indonesia, Irán, Kazajstán, Tayikistán y Sri Lanka participan como observadores.
El ejercicio también se convirtió en una plataforma para establecer un nuevo formato de cooperación entre la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) y la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Konovalov señaló que Occidente, que generalmente hace sonar las alarmas en los medios de comunicación durante cualquier simulacro ruso a gran escala, decidió mostrar moderación esta vez, posiblemente dándose cuenta de que el «enfoque del pánico» ha sobrevivido a sí mismo, y que deben encontrarse nuevas razones para continuar la campaña de difamación contra la «amenaza rusa».
Para el liderazgo militar ruso, «Kavkaz-2020» proporciona la información necesaria para construir nuevas áreas de las fuerzas armadas y afinar las existentes, señaló el experto. Mientras tanto, los cuerpos militares occidentales ven los simulacros como un motivo de preocupación y una irritación mal escondida por el inesperadamente alto nivel de preparación militar de Rusia para realizar ejercicios militares a gran escala después de la pandemia de coronavirus, enfatizó. Konovalov agregó que es probable que el próximo año de entrenamiento del ejército irrite a Occidente aún más, con 5.000 ejercicios de varias escalas planeados por Rusia.
En este contexto, «Kavkaz-2020» se convertirá en un evento importante política y militarmente. Rusia intentará aprovechar estas oportunidades en la mejor medida posible, teniendo en cuenta la situación actual. El escenario que Rusia seleccionará para sus ejercicios de mando también es significativo, concluyó el experto.