El miércoles, la figura de la oposición rusa Alexey Navalny fue dada de alta del hospital Charite de Berlín después de recibir tratamiento allí durante más de un mes. Los médicos dicen que el estado de Navalny después del presunto envenenamiento es satisfactorio y que ahora está recibiendo fisioterapia y luego planea regresar a Rusia. Mientras tanto, los políticos europeos exigen que Rusia lleve a cabo una investigación sobre el incidente.
Las autoridades rusas y las fuerzas del orden siguen esperando pruebas sólidas de Alemania y Francia de que Navalny supuestamente había sido envenenado.
Lyubov Sobol, abogado de la Fundación Anticorrupción de Navalny, confirmó que Navalny continuaría viviendo en Rusia porque sería difícil realizar actividades políticas fuera del país. Sin embargo, ni Navalny ni sus aliados han anunciado la fecha exacta de su regreso.
El Ministerio del Interior de Rusia continúa su investigación sobre el incidente, aunque formalmente ha expirado su plazo de 30 días. Unas 200 personas han sido interrogadas en relación con el caso, incluidos los aliados de Navalny. El director de la Fundación Anticorrupción, Ivan Zhdanov, señaló que los miembros de la organización ya no estarían de acuerdo en ser interrogados porque este procedimiento «era solo para mostrar». Zhdanov señaló que, dado que el plazo de la investigación había expirado, se debería abrir un caso penal o los investigadores deberían negarse a iniciarlo. Zhdanov también alegó que la investigación se prolongó para no devolver la ropa a Navalny porque allí se podían encontrar rastros de veneno.
Los estados miembros de la UE continúan exigiendo que Rusia lleve a cabo la investigación sobre el supuesto envenenamiento de Navalny. En respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia insiste en que Occidente debe proporcionar pruebas del supuesto envenenamiento de Navalny por el supuesto agente nervioso de Novichok.