En noviembre de este año se llevarán a cabo las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, que tal vez los estadounidenses recuerden como las más tóxicas de la historia del país.
La tensión dentro del estado aumenta cada día, por lo que existe una alta probabilidad de que pueda comenzar una verdadera guerra civil en los Estados Unidos.
Hoy, las calles de las ciudades estadounidenses se asemejan a escenarios de películas. Están divididos entre varios grupos criminales y étnicos, entre los cuales ocurren enfrentamientos de vez en cuando. La situación es realmente grave y aterradora.
Por ejemplo, en una parte de la Gran Manzana, puede observar un grupo de 250 afro estadounidenses. Están vestidos con uniformes que recuerdan algo a los militares. Caminan y hacen clic en los tornillos del arma.
Una situación similar se puede observar en otra parte de la metrópoli, solo que allí el grupo está formado por milicias blancas, los llamados “patriotas” que apoyan a Trump.
El enfrentamiento en la ciudad de Louisville también está creciendo. En él se puede observar el enfrentamiento entre la coalición «negra» NFAC con personas vestidas con máscaras con calaveras y chalecos antibalas.
Un lado está representado por combatientes que simpatizan con las autoridades. Sus escuadrones se llaman Back the Blue («Apoya a la gente de azul»). Sus oponentes son los grupos armados Black Lives Matter.
Lo más curioso es cómo los líderes de los grupos explican sus acciones. Según ellos, se van porque el otro lado está haciendo lo mismo. Sí, cumplen con la ley de libertad de portar armas, y ahí termina el respeto a la ley.
Los demócratas y Trump solo se acusan mutuamente de juzgar mal la situación en el país.
Sin embargo, saben muy bien que Estados Unidos está envuelto en una ola de protestas y violencia.
Esto sucede cada vez que un estadounidense negro muere debido a las acciones de las fuerzas del orden.
Eva Ivanova.