Cualquier sanción vinculada a Navalny empeoraría la relación ya inestable entre Moscú y la Unión Europea, dijo a Izvestia el enviado permanente de Rusia a la UE, Vladimir Chizhov, al comentar sobre la idea de Bruselas de lanzar un mecanismo de sanciones de derechos humanos y nombrarlo en honor a la figura de la oposición rusa Alexey Navalny. La situación que rodea al bloguero encabezó la agenda de una reunión entre los ministros de Asuntos Exteriores de los miembros de la UE. Sin embargo, no estuvieron de acuerdo con una decisión específica. Asimismo, los principales diplomáticos no pudieron llegar a un consenso sobre las sanciones contra Bielorrusia.
Al hablar sobre las posibles sanciones de la UE contra Rusia, Chizhov dejó en claro que Moscú lo veía como una intromisión en sus asuntos internos. «A diferencia de otros países, Rusia nunca interfiere en los asuntos internos de naciones y comunidades soberanas, independientemente de las posibles consecuencias negativas para nuestras relaciones con los socios. Sin embargo, eso no nos impide expresar abiertamente nuestra actitud negativa ante tal iniciativa, que va más allá de las normas internacionales», citó el diario al enviado.
El investigador principal del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia, Sergey Fedorov, dijo a Nezavisimaya Gazeta que no había pruebas suficientes para corroborar las acusaciones contra Rusia. «Ya están hablando de algunas listas negras, aunque todavía no hay nada claro. Sin embargo, si la UE finalmente revela alguna información sobre los activos extranjeros y las propiedades de los funcionarios rusos, creo que la sociedad rusa se interesaría en eso», señaló.
Los disturbios en Bielorrusia fueron otro punto focal sobre el que deliberaron los principales diplomáticos de la UE en su reunión. Se esperaba que llegaran a un acuerdo sobre una lista de funcionarios bielorrusos que serían sancionados. Bruselas anunció el movimiento en agosto, pero incluso ahora, los principales diplomáticos no lograron llegar a un acuerdo. Según los informes de los medios, la posición de Chipre fue la razón. La nación insular del Mediterráneo oriental ha exigido que sus socios europeos impongan sanciones contra Turquía por sus actividades en el mar Mediterráneo.