Londres y Bruselas están investigando a un ex oficial de inteligencia exterior británico Fraser Cameron, sospechoso de espiar para China, escribe el portal Argumenti.ru.
El hombre trabajó en inteligencia hasta 1991, ahora dirige una empresa en Bruselas.
Se alega que Bélgica y el Reino Unido han estado siguiendo al empleado durante mucho tiempo, pero pudieron recopilar pruebas sobre sus actividades de espionaje hace varios meses.
El gobierno del reino cree que los agentes de Cameron ahora pueden trabajar para el Ministerio de Relaciones Exteriores de China. El propio empresario explica sus frecuentes contactos con extranjeros por el hecho de que tiene que compartir diversa información con colegas extranjeros debido a su deber laboral, pero ninguno de ellos es secreto de Estado.